jueves, 24 de octubre de 2013

La ignorancia de las mariposas. - Cap.2

     El tiempo pasa y pasa y me encuentro en un periodo de decadencia que da pena. Voy de la cama al sofá y del sofá a la cama de manera monótona. La televisión, las noticias, miles de catástrofes y injusticias en el mundo. Que si mañana hará sol y al siguiente lloverá. Los mapas meteorológicos están llenos de as y de bes que se pelean por ganar terreno, como dos tigres en una sabana. Pongo cualquier DVD de cualquier película y la miro en bucle. Me dejo la televisión encendida cuando me voy a dormir. Los diálogos que van y vienen y las luces de las escenas que vienen y van son como una canción de cuna para mí. Y la caja tonta ya no es ni tan caja, ni tan tonta. Me he convertido en una niña de dos años que tiene por madre a unos malditos fotogramas.

     Necesito comida en casa así que salgo de compras. Las calles están abarrotadas y yo camino haciendo zigzag  como si fuese una especie de ninja evitando tropezarme con cualquier individuo. Llego al supermercado, cojo un carro y meto dentro todo lo que necesito. En la zona de electrónica me quedo colgada ante la exuberante visión de un videoclip que se emite a la vez y al mismo ritmo en unas veinticinco televisiones que me miran. Pero entonces pienso "Abono, abono, me falta coger el abono" y abandono aquel espacio hipnótico para dirigirme a la zona de jardinería. En esta zona nunca hay nadie. Me quedo parada en medio de un pasillo que está lleno de plantas y las observo detenidamente. "Que relajante". Entonces entro dentro de mi carro de compra y de alguna forma, me tumbo ahí dentro, rodeada de plantas mientras de fondo se oyen los altavoces del supermercado que dicen que los productos de limpieza están en oferta hoy y solo hoy.

     De ese sueño donde los pensamientos y el aloe vera me anunciaban productos de limpieza me despertó un chico. Su cara me preguntaba qué hacía allí pero aunque el no dijo nada le contesté que estaba comprando. Bajé del carro de un salto, cogí el abono y una maceta de pensamientos y huí de aquel pasillo como si fuese una madre con un carro con su hijo dentro participando en una extraña manera de madres recelosas. Y sin duda, en aquel momento, mi hijo era el mejor. Antes de irme del supermercado cogí también una botella de lejía. Intenté equilibrar el peso de las bolsas entre los dos brazos pero no lo conseguí, así que camine de camino a casa como si fuese una balanza rota.

     Los pensamientos no encajaban en ningún lugar de la casa. Eran amarillos, eran horrorosos. Los odiaba. Cogí la lejía y vacié todo el bote dentro de la maceta de los pensamientos y los dejé al lado de la televisión. Y quedaban bien, quedaban bien en ese sitio. A la hora de cenar los pensamientos ya estaban más que muertos y mientras fregaba me giré para mirar la maceta. Me quedé con las manos enjabonadas mirando la maceta y me imaginé que me secuestraban, que me lapidaban y tan solo me dejaban la cabeza fuera. Entonces me hacían tragar lejía y moría allí, donde todo el mundo podía ver mi blanquecina y fría cara. Entonces con las manos enjabonadas cogí la maceta y la abracé. Me arrodillé y me puse a llorar mientras me ensuciaba el pijama de detergente. Y en mi cabeza solo rondaba una palabra: "Asesina, asesina".

     Esa noche soñé lo mismo que había estado soñando desde la demolición del cine. Miraba una pantalla en blanco, pero no conseguía reconocer que ese era el color blanco. No sabía que color era. Pero esa noche algo cambió en mi sueño. Aparecí yo metiendo una llave en una maceta que desprendía un olor totalmente venenoso. Contado así parece que no de miedo pero yo me levanté con un grito feroz y aterrorizada. Salté de la cama y me puse a buscar, no sabía donde estaba pero si que lo sabía. Finalmente a las siete de la mañana canté bingo y me encontré de nuevo en aquella posición inicial. En la cama, con aquella vieja película encima de mí, tapándome la visión del techo. Ella era la maldita pantalla en blanco que se mezclaba con el ruido de la televisión encendida cada noche que dormía. Tenía que verla.



4 comentarios:

  1. Irene enhorabona per este blog! Me va agradar la introducció de les mariposes no vaig a dir papallones perque no magra jejjje En fi dirte que aplegarás llunt fantastic com expreses les paraules i dirte que te seguixc encantá! Soc Montse!

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  2. Mi " idola". Siempre mi "idola".Nada mas que decirte......suerte,animo y fuerza.t'estim molt.La Carmen.

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